En el momento de la muerte de Eung-Tae, su esposa, de la que no ha trascendido el nombre, estaba embarazada, por lo que en la carta, que esta fechada en 1586, ésta le expresa todos los sentimientos que tiene en esos momentos, dedicándole frases como “¿Cómo has podido morirte sin mí? ¿A quién vamos a escuchar mi pequeño y yo, cómo debemos vivir? ¿Cómo pudiste alejarte de mí?”
Los arqueólogos de Universidad Nacional de Andong encontraron la carta entre otras doce que había junto su cuerpo. Esta llamó poderosamente la atención, ya que el cuerpo la tenía entre su pecho y estaba dirigido al “Padre de Won”, nombre con el que ambos habían decidido nombrar el hijo que ella esperaba y subrayando el dolor por no criar a ese bebé juntos.
Esta carta de amor deja algunos versos que harán durar este amor por mucho tiempo más, como una parte en la que la esposa de Eung-Tae le dice a su marido “estoy tan segura de que podré verte en mis sueños. Ven a mí en secreto y muéstrate, ¿Lo harás?. Hay tantas cosas que debo decirte, tanto que queda fuera de esta carta”.