Muchas personas al hablar de frutas secas inmediatamente piensan en las pasas y guindones, cuando en realidad estas son frutas frescas a las que se les ha retirado el agua mediante un proceso de deshidratación, es decir en realidad son frutas deshidratadas.
En tanto, las verdaderas frutas secas son las llamadas oleaginosas, vegetales cuya semilla o fruto es comestible y de la que incluso se puede extraer aceite. Las más conocidas son el maní, almendras, pecanas, castañas, nueces, etc.
Según la especialista en nutrición, Sara Abu Sabbah, las frutas secas “están formadas por aceites insaturados, o sea, los aceites saludables. De hecho, se recomienda su consumo a personas con problemas cardiacos, ya que sus aceites ayudan a mantener una buena salud cardiovascular”.
Además, son ricas en antioxidantes, aportan gran cantidad de calcio y son consideradas cardiosaludables. En ese sentido, Abu Sabbah explica que aquellos que consumen de 6 a 7 porciones de frutas secas por día pueden reducir el riesgo de sufrir algun accidente cardiovascular.
Pero ¿cuánto es una porción adecuada?
Entre 30 a 50 gramos es lo máximo que se debe comer, ya que al tener una alta cantidad de aceite, aunque sea del bueno, también son ricas en calorías. “Cualquier tipo de fruto seco quintuplica su peso. Es decir, 100 gramos de maní equivalen a unas 500 calorías, que es bastante y puede contribuir a un aumento de peso indeseado”, advierte la especialista.
Lo que cabe en un puñado es la porción ideal de frutas secas por dia, más es un exceso de calorías. En cuanto a qué tipo de fruta es mejor, la buena noticia es que es posible comprarla a granel, lo que es una excelente opción ya que permite combinar distintos frutos secos y aprovechar al máximo sus nutrientes.
¿A quiénes benefician más las frutas secas?
Los veganos. Dado que estas personas consumen muy pocos alimentos que contienen proteínas, los frutos secos constituyen una gran fuente de proteínas (hasta 20%) que pueden compensar esa necesidad.
Son también especialmente buenas para los deportistas, ya que “son ricas en minerales como magnesio, potasio y calcio, que son esenciales para recuperar energías y fortalecer huesos”, explica Abu Sabbah. En ese sentido, las pesonas que no pueden tomar lácteos, pueden encontrar en las almendras una buena fuente de calcio.
Por otro lado, hay que destacar su contenido de vitamina E, la cual tiene una gran capacidad antioxidante. En ese sentido, “son recomendables para las personas que están muy expuestas a la contaminacion ambiental”.
Finalmente, las frutas secas son bueas para los niños en etapa de crecimiento y que además hacen deporte, ya que contienen cantidades importantes de zinc, un mineral fundamental para las etapas del estirón. “Sucede que muchas veces no comen suficientes carnes, y en ese sentido, el zinc aporta esas necesidades para crecer”.
FInalmente, la doctora Abu Sabbah recomienda no comer estos frutos secos con mucha sal, ya que eso puede ser perjuidicial para la salud.