Según informa el portal Daily Finance citando un reciente informe de la empresa de consultoría estratégica para la alta dirección The Boston Consulting Group (BCG), que examina la riqueza financiera privada global, la región de Asia-Pacífico (excepto Japón) acumulará un total de 48.100 millones de dólares en riqueza privada para el año 2017. En comparación, se espera que la riqueza acumulada en América del Norte crezca sólo hasta los 48.000 millones de dólares.
De acuerdo con los financistas, se trata de un cambio considerable con respecto a nuestros días, ya que en 2012 (el año más reciente incluido en la encuesta) América del Norte tenía una estimación de 43.300 millones de dólares en comparación con los 28.000 millones de Asia.
El estudio muestra que el crecimiento de la riqueza privada varió considerablemente en 2012 dependiendo de la región, como ya sucediera en años anteriores, destacando una vez más las diferencias de cómo afectaron las fuerzas económicas del año a las economías tradicionales maduras del “viejo mundo” y a las economías en rápido desarrollo del “muevo mundo”.
La riqueza se incrementó poco en las regiones del viejo mundo de América del Norte, Europa Occidental y Japón, en comparación con el crecimiento económico del nuevo mundo de Asia-Pacífico (excluyendo Japón), Europa Oriental y América Latina.
La importancia de este “paso del relevo” se sentirá con dureza especial entre las compañías financieras como Bank of America, Morgan Stanley y JPMorgan Chase, tres de los administradores de riqueza más grandes de EE.UU.
Por razones obvias, será fundamental que estas tres empresas hagan ‘incursiones’ en los mercados emergentes y concretamente en los de Asia. Una de las formas de hacerlo supuestamente será tratar de introducirse en los centros de inversión contratando a los familiares de altos cargos del Gobierno de China.