Esto sucedió en el fútbol de Moldavia. El arquero del club Milsami, Radu Mitu, debutó oficialmente en la primera división, pero la mala fortuna lo acompañó.
La intentar hacer un despeje con el brazo metió el balón en su propio arco. Gol. Nadie lo podía creer. Sus compañeros se miraban confundidos y en el banco, sus los reservistas se tomaban la cabeza.
Menos mal que los directivos le brindaron su apoyo al desafortunado arquero, quien seguramente ya aprendió la lección.