Hay varios vídeos en la red para demostrar el efecto Leidenfrost, pero esta semana se ha hecho muy popular uno en el que un usuario vierte cerveza sobre una sartén caliente.
La cerveza no se evapora inmediatamente como cabría esperar, sino que se mueve erráticamente durante un tiempo hasta que desaparece. ¿La razón? El efecto Leidenfrost, nombre dado al fenómeno de la capa de vapor que se forma alrededor de un líquido, al encontrarse sobre una superficie con temperatura significativamente mayor al punto de ebullición de ese líquido.
Cuando la placa está a una temperatura por encima del punto Leidenfrost (que varía según el volumen de la gota), la parte inferior del líquido se vaporiza inmediatamente y el gas resultante eleva el resto de la goto justo encima, impidiendo el contacto directo entre el líquido y la superficie caliente.
Dado que el vapor tiene menor conductividad térmica, la transferencia de calor entre la placa y el líquido se ralentiza lo suficiente y esto permite que la gota se deslice con muy poco rozamiento.
Otros vídeos sobre este fenómeno pueden disfrutarse en la Red, como este en Microsiervos en el que se lanza una bola al rojo vivo en un vaso de agua… y ‘no pasa nada’.