El papa Francisco reveló que de joven trabajó como portero de discoteca y que ese trabajo le sirvió para, tiempo después, conseguir acercar a la gente de nuevo a la Iglesia Católica.
Según el diario vaticano L’Osservatore Romano, el pontífice, del que se sabía que había limpiado suelos y trabajado en un laboratorio científico, hizo esta confesión en una conversación con algunos feligreses, durante su visita este domingo a la parroquia de San Cirilo Alejandrino en las afueras de Roma.
En una de sus conversaciones espontáneas, Francisco comentó, para sorpresa de sus interlocutores, que fue portero en dicho local y que ese trabajo, en el que tuvo que interactuar con mucha gente de distinto tipo, le llevó más tarde a saber cómo hacer para que las personas se sintieran llamadas a volver a la Iglesia.
El pontífice argentino contestó a varias preguntas que le plantearon los fieles presentes en la parroquia, a quienes Francisco dijo que siempre “hay que estar listo para dar una explicación a alguien que pide una razón a tu esperanza”.
Además, aseveró que la “hipocresía es un pecado grave”, sobre todo a la hora de conseguir credibilidad para hacer que el número de fieles crezca, y explicó que rezó ante la tumba de San Francisco de Asís el pasado 4 de octubre pidiendo “el don de la sencillez” para él y la Iglesia Católica.
Entre los consejos que el pontífice dio a los parroquianos figura además el de ser un buen ejemplo para los demás, más allá de ser amable y bueno, así como no hablar mal de nadie, para evitar los “chascarrillos” que destruyen amistades y demás relaciones personales.
PIDIÓ REZAR POR MONJAS SECUESTRADAS EN SIRIA
Durante una audiencia general en Roma, el papa Francisco llamó a rezar por las monjas secuestradas hace dos días, al parecer, por una brigada islamista tras la toma de la pequeña localidad de Maalula, de mayoría cristiana, por parte de los rebeldes sirios.
Según informaciones de Radio Vaticano, cinco monjas del Monasterio greco-ortodoxo de Santa Tecla fueron sacadas de convento y luego llevadas desde Maalula, al norte de Damasco, a la cercana ciudad de Yabrud