Hay de héroes a héroes, hay unos que tienen súper poderes, pero los que se llevan las palmas son los de carne y hueso que hacen cosas comunes para gente común.
En Florida, Ashlee Buratti, una amorosa madre, invitó a los 16 compañeritos de la clase de Glen su pequeño hijo, para festejar su sexto cumpleaños.
“Desde que despertó estaba contando los minutos para su fiesta, quería saber cuanto tiempo faltaba para que llegaran sus amigos”… dice Ashlee.
El momento se acercaba y estaban nerviosos, minutos después, a la hora acordada, veían con tristeza que nadie llegaba, pasaron unos minutos más y aún seguían con la esperanza de que llegara al menos uno de ellos, pero nadie apareció.
Ashlee y su pequeño estaban devastados, él tenía los ojos llenos de lágrimas, ella no tenía palabras.
Para la madre de Glen quien sufre de epilepsia y tiene una forma leve de autismo, lo único que se le ocurrió para desahogarse, fue postear la situación, su dolor en un grupo de la red social Facebook.
“Quizá esto sea algo tonto, pero en este momento mi corazón está roto por al ver a mi pequeñito, invité a todos los 16 niños de su clase para su cumpleaños, y no vino un sólo niño”
Y el milagro sucedió, unos minutos después, Aschlee comenzó a recibir mensajes de apoyo de la gente, entre ellos los bomberos y policías, quienes sorpresivamente, se ofrecieron pasar por la casa de la familia para hacer de ese día, un cumpleaños Glenn nunca olvidaría en su vida… y lo cumplieron.
Por su parte, el Sheriff del Condado de Osceola, que pidió la dirección de la familia y una hora después envió un helicóptero que voló lo suficientemente bajo como para que Gleen viera que lo estaban saludando.
Finalmente 15 niños y 25 adultos celebraron, comieron pastel y dieron regalos a Gleen, inclusive tres días después la policía y los bomberos llegaron con regalos y una bicicleta para el niño.