Un estudio de la escuela de Medicina de la universidad de Indiana demostró que el sabor de la cerveza sin alcohol hace que se libere dopamina en el cerebro. Esta sustancia es un neurotransmisor que cuando se libera nos produce placer y motivación.
2. Perdemos la concentración
La corteza cerebral es la encargada de controlar la conciencia, pensamiento, lenguaje e interacción del ser humano con el espacio. Cuando se bebe alcohol, este llega hasta la corteza. Por eso, cuando uno ingiere un par de cervezas se pierde la concentración.
3. La cerveza nos ‘prende el foco’
Por otro lado, cuando el nivel de alcohol en la sangre alcanza los 0.07 grados (dos vasos de cerveza) uno se vuelve más creativo. La chela hace que el cerebro se libere de preocupaciones y así, se puede tener pensamientos más profundos con grandes ideas.
4. Tiene muchas vitaminas
La cerveza posee bajo contenido en sodio. Este elemento, cuando se consume en exceso, causa derrames cerebrales. Por otro lado, la cerveza contiene mucha vitamina B que es esencial para el sistema nervioso y la generación de células.
5. Produce más actividad cerebral
Si se consume regularmente un litro de cerveza a la semana, tu cerebro sufrirá diversas anomalías. Una de ellas es que los bebedores frecuentes usan más el cerebro. Esto quiere decir que realizan más actividad cerebral que una persona que no consume alcohol. El tener que usar más el cerebro hace que luego nos sintamos más cansados de lo normal.