El histrionismo de Luis Suárez en el campo de juego es conocido por muchos. Sin embargo, esta vez el uruguayo no tuvo que exagerar mucho tras la artera falta que recibió por parte de un adversario que casi le rompe rodilla en el empate 3-3 entre Liverpool y Everton.
Corría el minuto 33 del primer tiempo cuando el ‘Pistolero’ fue planchado por detrás por Kevin Mirallas y recibió el golpe a la altura de la rodilla derecha, en la cual le quedaron las huellas de los toperoles del rival de las que brotaba sangre.
El uruguayo gritó de dolor y estuvo tendido unos minutos en la cancha, donde fue atendido por los medicos del Liverpool mientras que el árbitro Phil Dowd solo le mostró la tarjeta amarilla a Mirallas, ante la mirada atónita de los compañeros de Suárez quienes pedían su expulsión.
Pese a la tremenda entrada que recibió, el atacante ‘charrúa’ pudo continuar jugando y ayudó a que el Liverpool rescatara un punto que le sirve para seguir en los primeros puestos de la Premier League.