Los sacaron a la fuerza. Ya se había anunciado que las entradas populares para el encuentro entre Perú– Uruguay, por la Eliminatoria, no se venderían en el Estadio Nacional, no obstante, los revendedores seguían pernoctando a los alrededores del coloso, enquistados en carpas y haciendo caso omiso de la noticia, quizás incrédulos de las reformas que se vienen haciendo para acabar con la ‘reventa’.Fue entonces que ayer por la mañana, la policía y el serenazgo desalojaron a un grupo de 120 personas que pernoctaban a las afueras del estadio, ya que era en vano su presencia, además que habían empezado a generar incomodidad con su presencia ya que por las noches hacían ruido, res, bebían alcohol y algunos hasta utilizaban las pistas como baño público. En muchas de las carpas se encontraban niños y personas de la tercera edad, lo cual generó malestar en los revendedores, que pugnaban por no irse.
Los 20 policías y 30 serenos que estuvieron a cargo del desalojo, les hicieron recordar a los seudo hinchas que las personas que permanezcan y obstruyan la vía pública serían multados con una sanción de 900 soles, según ordenanza municipal.
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