Los astrónomos se preparan esta semana para uno de los momentos más esperados del año: el encuentro cercano al Sol del cometa ISON. Según han indicado los expertos de la NASA, ese acontecimiento ocurrirá este jueves, coincidiendo con la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Podría sobrevivir y protagonizar un espectáculo celestialEsta roca, que se cree que tiene una anchura de menos de kilómetro y medio, pasará junto al astro esta semana en un recorrido que será vigilado por numerosos científicos. Todos ellos quieren comprobar si el calor de la estrella acabará con la vida del cometa o si, por el contrario, este sobrevive y protagoniza un espectáculo celestial que se podrá ver desde la Tierra. La agencia espacial estadounidense, que ya ha declarado a ISON como el cometa más observado de su historia, todavía no se ha pronunciado acerca de sus pronósticos y mantiene el futuro de la roca en suspenso. Por el momento, sólo especifica que «a la hora en que muchos estadounidenses estén degustando un pavo», el cometa pasará a 1,2 millones de kilómetros del Sol a la velocidad «increíble» de 1,3 millones de kilómetros por hora.
‘Fiebre’ por ISON
ISON ya ha sido visible desde el planeta en el último mes, a veces con binoculares ordinarios y ocasionalmente a simple vista. Científicos de todo el mundo han empezado ya su estudio, a la espera de que en diciembre, si pasa cerca de la Tierra, puedan confirmar datos y obtener nuevos. Seguirá su viaje en dirección contraria y se perderá para siempreEsta ‘fiebre’ por ISON se debe a que se trata de un cometa que contiene la materia prístina de los inicios del Sistema Solar. Concretamente, se cree que el ISON proviene directamente de la nube de Oort, en los límites del Sistema Solar, donde abundan los cuerpos helados. Por alguna razón, este cometa fue expulsado de la nube hacia el corazón del sistema debido a la intensa atracción gravitacional del Sol. El cometa aumenta su velocidad a medida que se acerca al astro, ha apuntado la NASA. En cuanto a su posible paso cerca de la Tierra, ha explicado que la distancia más cercana será de unos 64,3 millones de kilómetros, menos de la mitad de la distancia entre la Tierra y el Sol, y se producirá un día después de Navidad. Después seguirá su viaje en dirección contraria y se perderá para siempre.