El fuerte crecimiento de las exportaciones chinas en abril, del 14,7 por ciento, indica una recuperación de la demanda externa del primer exportador mundial pero también siembra dudas sobre el cálculo de los datos, que podrían esconder flujos de capital escondidos en transacciones comerciales.
Las ventas al exterior de China durante el mes de abril sumaron 1,17 billones de yuanes (187.060 millones de dólares, 142.892 millones de euros), publicó hoy la Administración General de Aduanas del gigante asiático.
Los datos superan lo que esperaban los analistas y crecen respecto a la cifra registrada en marzo, cuando las exportaciones chinas aumentaron un 10 por ciento.
Las importaciones se situaron en los 1,06 billones de yuanes (168.900 millones de dólares, 129.020 millones de euros) en abril, un incremento del 16,8 por ciento con respecto al mismo mes de 2012.
China constató durante 2012 la debilidad de su demanda externa y particularmente la caída de intercambios comerciales con su principal socio, la Unión Europea, y registró un crecimiento de su volumen total de comercio exterior del 6,2 por ciento, muy por debajo de los objetivos que se había marcado Pekín.
Este año -desde enero hasta abril-, en cambio, el crecimiento del comercio exterior del país es del 14 por ciento de media, hasta los 8,36 billones de yuanes (1,36 billones de dólares, 1,03 billones de euros), un aumento que supera claramente al 8 por ciento mínimo que se estableció para 2013.
Los buenos datos de las exportaciones chinas en los primeros meses del año han sembrado la duda recientemente en varios sectores por su método de cálculo, después de que algunos de los principales competidores de China registraran cifras más débiles a inicios de año.
De hecho, en comparación con el 14,7 por ciento de aumento en China, las exportaciones de Corea del Sur en abril aumentaron solamente un 0,4 por ciento y las de Taiwán cayeron un 1,9 por ciento debido a la fragilidad de la demanda externa.
Algunos analistas sugieren que varias compañías chinas podrían haber aportado datos incorrectos sobre sus exportaciones para obtener devoluciones de impuestos o para evitar los controles de capitales y mover dinero desde y hacia la China continental mediante los canales comerciales, ya que las transacciones de capitales están fuertemente controladas.
En lo que va de año las exportaciones han crecido de media un 17,4 por ciento y las importaciones un 10,6 por ciento, unas cifras muy superiores a los cierres del año 2012, cuando las ventas al exterior aumentaron “solamente” un 7,9 por ciento y las compras un 4,3 por ciento.
China lucha este año para afianzar una tímida recuperación económica tras el sombrío crecimiento que registró en 2012, del 7,8 por ciento, la tasa más baja de la última década