El juez rechaza la idea propuesta por el Gobierno de Fernández para pagar a los acreedores, pero no declara al país sudamericano en desacato
El canje de deuda que quiere emprender la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para eludir el bloqueo judicial de EE UU al pago del pasivo reestructurado en 2005 y 2010 ha sido calificado como “ilegal” por el juez de Nueva York que lleva el caso. Sin embargo, el magistrado Thomas Griesa evitó declarar al país sudamericano en desacato, lo que hubiese implicado la imposición de multas económicas.
Griesa es el juez que determinó el 30 de julio pasado que Argentina no pudiese girar pagos de intereses a acreedores de deuda reestructurada en EE UU y Europa porque no ha saldado la reclamación de los fondos buitre y otros inversores que habían rechazado la reestructuración. El propio juez había amenazado el pasado día 1 con declarar a Argentina en desacato.
Fernández respondió el pasado martes anunciando un proyecto de ley para ofrecer a los acreedores de deuda pagarles en Argentina, en lugar de EE UU y Europa. Los buitres pidieron este jueves una audiencia urgente con Griesa. Los analistas consideran que el juez se abstuvo de declarar al país en desacato por la falta de impacto concreto de una medida así. En cambio, al tachar de ilegal el canje es probable que desaliente a los inversores norteamericanos que están analizando si lo aceptan.
La oposición de Argentina se opone al canje de deuda y tres centrales sindicales van a la huelga el jueves próximo
El Gobierno de Fernández espera más aceptación del trueque en Europa. Un abogado de acreedores italianos ya ha anticipado su aprobación, aunque el canje debe ser votado por el Congreso argentino. El kirchnerismo domina el Senado, pero apenas mantienen la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. La oposición ha anunciado que rechazará el proyecto de ley porque considera que perjudica a los intereses de Argentina.
El mercado ha reaccionado de mala manera ante el proyecto de canje de deuda: el dólar ha subido a marcas históricas en el mercado oficial, a 8,40 pesos, y en la pequeña pero influyente plaza ilegal, a 13,95. La moneda norteamericana se apreció este jueves siete centavos de peso, el 0,8%, y acumula una subida del 28,8% en lo que va de 2014. En agosto su cotización se ha elevado el 2,3%, el segundo mes con mayor alza, después de la devaluación del 23% en enero pasado.
Una nueva depreciación brusca del peso puede profundizar el estancamiento económico y elevar la inflación, que asciende al 31%, según cifras oficiales. El paro subió en el segundo trimestre al 7,5%, por encima del 7,2% del mismo periodo de 2013. Para contraatacar la inflación, el Gobierno argentino cerró este miércoles por 15 días la exportación de carne vacuna, con la intención de aumentar la oferta en el mercado interno y bajar el precio de este alimento tan recurrente en la mesa de los argentinos.
También ha convocado una reunión el próximo jueves con las dos centrales sindicales kirchneristas para elevar el salario mínimo. Ese mismo día, las otras tres centrales -opositoras- harán una huelga general contra los despidos y suspensiones de obreros en la industria y a favor de un alza de la asignación por hijo y del ajuste por inflación del impuesto a la renta.