La peruana María Elena Amaya Ludeña, quien fue extraditada a Noruega por haber robado unas joyas valorizadas en miles de dólaresa un rey africano el año pasado en Oslo, reveló a la policía que se deshizo de las alhajas en una tienda de ese mismo país en donde las fundieron y le dieron tan solo US$ 44 mil dólares.
La investigación policial señaló que Amaya Ludeña actuó con cómplices, quienes se infiltraron en una convención económica que organizó el rey de Ghana, Otumfuo Osei Tutu II, en donde se logaron apoderar de coronas, anillos, collares y pulseras de los equipajes
Según informó ‘América Noticias’, todo lo robado fue convertido en tres barras de oro macizo. Según el precio actual del metal precioso, el monto de lo robado superaría los US$150 mil, si se calcula cada barra con un peso promedio de un kilo.