Dos trabajadores de una compañía de electricidad de Estados Unidos salvaron a una cría de ciervo que estaba en el lugar donde iba a caer un árbol que estaban a punto de cortar.
Luego, uno de ellos decidió hacerle un poco de mimos en la panza para calmarlo y al parecer el animalito le tomó el gusto y cada vez que lo querían poner de nuevo en el piso comenzaba a inquietarse.