El miedo a su esposa hizo que Rogelio Andaverde elaborara un descabellado plan en el que iba a fingir su propio secuestro. El hombre hizo que varios de sus amigos, encapuchados y provistos de armas, ingresaran a su casa ubicada en Texas (Estados Unidos) y se lo llevaran al mejor estilo de una película de acción.
Andaverde montó todo este espectáculo para poder irse de fiesta con sus amigos sin decirle a su esposa. Todo ocurrió el martes pasado cuando la policía recibió la llamada de una mujer en estado de shock, que denunció el secuestro de su esposo, a manos de peligrosos delincuentes armados.
Ambos se encontraban viendo televisión cuando dos hombres ingresaron violentamente a su casa y entre empujones, insultos y amenazas se llevaron a Andaverde.
La mujer llamó a la policía y esta buscó por todos lados a su esposo. Sin embargo, no hallaron ninguna prueba. La sospecha de que algo raro ocurría se hizo mayor cuando Andaverde apareció en la casa sin ningún rasguño.
El hombre dijo en el testimonio que sus secuestradores habían sido piadosos y lo habían dejado ir. Pero después confesó a la policía que había mentido sobre el rapto para así poder salir con sus amigos. Añadió que lo hizo por temor a la reacción de su esposa.
“Tenemos gente que da testimonios falsos todo el tiempo y los ponemos en la cárcel por ello, pero nunca nos había pasado que alguien lo hiciera solo para salir de la casa”, dijo una fuente policial a The Huffington Post. Andaverde será acusado por falso testimonio.