‘Cada vez que abríamos la puerta del dormitorio el gato nos gruñíó’, afirmó Barker a la cadena KOIN. Desesperados, el matrimonio llamó al número de emergencias 911 para pedir asistencia a la policía.
Tras la llegada de la Policía, el gato huyó a la cocina y causó problemas para detenerlo. Finalmente, las fuerzas del orden lograron encerrar al felino en una jaula para mascotas.
Por su parte, la familia afirmó Lux siempre había sido agresivo, pero que nunca había llegado a esos extremos. Actualmente están decidiendo si regalan al gato.
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