Recientes estudios científicos demuestran que el ‘tener gatos’ es beneficioso para la salud, es decir los gatos no son solo un montón de pelo sino también cumplen un rol en el mejoramiento de nuestras condiciones físicas.
Mantienen sano el corazón; según estudios la Universidad de Minessota (2008), los dueños de los gatos tienen 30% menos probabilidades de morir por un ataque al corazón en comparación con aquellos que no tienen.
Sus ronroneos te calman de forma natural los nervios; distintos estudios científicos aseguran que los ronroneos de nuestros felinos reducen el estrés y la tensión arterial. Así que ya tienes un motivo para arrancarle ronroneos a tu minino.
Te hacen reír como nunca pensaste que sería posible. Si dedicáramos 20 minutos de nuestro tiempo a ver videos de gatitos, reduciríamos nuestro nivel de cortisol de modo considerable, según aseveran estudios de la Universidad de Loma Linda de California.
Nos enseñan la importancia de una toma de decisiones estratégica. Los gatitos son quizás los seres animales más analíticos, ya que observan, piensan y ponderan sus decisiones, el hecho de analizarlos hará que descubramos algunas cualidades que podríamos aplicar en nuestra vida cotidiana.
Pueden ayudar a personas con autismo a comunicarse; un estudio científico concluyó que las personas autistas se sienten más tranquilas y socializan más si tienen un gato, esto porque al acariciar a los felinos se incrementa la producción de oxitocina, hormona que aumenta los sentimientos de confianza y amor.
Ayudan a luchar contra la depresión; distintos estudios científicos concluyen que tener un gato mejora el estado de ánimo y procura una distracción positiva para quienes luchan contra conductas depresivas.
Suprimen la sensación de soledad con un amor incondicional; el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades ha reconocido recientemente que el mayor beneficio de tener gatos es calmar nuestro sentimiento de soledad.