Como se recuerda el peligro de los pirotécnicos en los menores puede tener graves consecuencias, pero en ocasiones la ‘inocencia’ de los niños no tiene límites.
Se observa como el niño sostiene una cantidad de este material pirotécnico con su boca y lo prende con un encendedor. El efecto son exclamaciones de dolor y la hinchazón de sus labios.