Marco Arenas vivía como rey.

Marco Gabriel Arenas Castillo (22) era un muchacho mimado y engreído que siempre lo tuvo todo. Vivió a cuerpo de rey, pues sus deseos eran órdenes para sus padres, que le compraban lo mejor y en abundancia. Desde pequeño se acostumbró a salir del país, en viajes de paseo. Pese a todo eso, no tuvo ningún reparo en asesinar a su madre María Rosa Castillo Gonzales (54), estrangulándola y luego prendiéndole fuego.

El vestidor de este joven es una prueba de su vida llena de lujos: 150 camisas, 44 pares de zapatos y zapatillas, decenas de pantalones y otras prendas de las mejores marcas. Además, manejaba una camioneta.

Tal vez los excesivos engreimientos torcieron su alma y lo convirtieron en el ser cruel, frío y posesivo que es. No se arrepiente de su terrible crimen, solo está obsesionado en lograr que su enamorada y supuesta cómplice, Fernanda Iscelle Lora Paz (18), también vaya presa, pues no soporta que quede libre para iniciar una relación con otro hombre.

Por ello, ambos serán confrontados en las próximas semanas por el juzgado que lleva el caso, pues se busca aclarar la participación de la joven en el crimen. Ella aduce haber actuado bajo amenazas de su pareja.

“Sin embargo, hay indicios de su presunta responsabilidad como coautora, como un mensaje de texto que le envía a su enamorado en el que le indica que se asegure si su madre está muerta, ya que podría estar haciéndole una trampa”, dijo una fuente.

También se les hará pericias psicológicas y psiquiátricas, a cargo del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público.

CITARÁN A SUS PADRES

Serán llamados a declarar como testigos Walter Arenas Navarro (57), padre del asesino confeso y esposo de María Castillo, así como la madre de Fernanda Lora, Seybi Paz.

También será citado Pedro Castillo, hermano de la occisa, quien asegura que Fernanda era ‘interesada’. Otra será la empleada de la casa, una menor de 16 años, considerada ‘testigo clave’.

EMBARGO

Se supo que se embargarían los bienes que posea la pareja para garantizar el pago de la reparación civil, si son hallados culpables. Además, se requerirá el movimiento migratorio de ambos.

En tanto, se conoció que los dos jóvenes pasan sus días sin novedad en los penales donde están recluidos. Ni él ni ella han necesitado ser medicados para dormir.