“Me hicieron una ecografía, pero los resultados tardaron mucho. Después de insistir me hicieron la biopsia y me sorprendió el resultado, no me lo esperaba”, le cuenta a BBC Mundo el español Ramón Melón Vega, quien fue diagnosticado de cáncer de mama.
Cuando Ramón fue al médico con un bulto en el pecho los que le atendieron no le dieron mucha importancia. Incluso para los profesionales de la salud un caso como el suyo es relativamente poco común.
Y es que aunque se calcula que unas 1,6 millones de mujeres son diagnosticadas cada año de cáncer de mama, hay una parte de la población que también puede contraer esta enfermedad y de la que raramente se habla: los hombres.
“Como todo lo que hay escrito sobre el cáncer de mama y los grupos de apoyo van dirigidos a mujeres, los hombres que lo sufren a menudo se sienten marginados”, asegura Martin Ledwick, de la asociación británica para la investigación del cáncer Cancer Research UK a BBC Mundo.
Y el hecho de que los hombres estén exlcuidos tiene una razón de ser: aquellos que lo sufren no constituyen ni el 1 % del total de casos diagnosticados.
Pero eso no ha impedido que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA en sus siglas en inglés) lanzase un comunicado recientemente recomendando que se incluya a los hombres en los ensayos clínicos sobre esta enfermedad.
A pesar de que el cáncer de mama se comporta de forma muy similar en hombres y mujeres, hay ciertas diferencias a tener en cuenta y los expertos consideran que la investigación podría ayudar a comprender mejor la enfermedad en hombres y tratarla de forma más efectiva.
Diferencias con las mujeres
“No hay que hacer asunciones. Por ahora creemos que el cáncer de mama en los hombres se comporta igual que en mujeres, pero está bien abogar por más investigación”, afirma Ledwick.
A pesar de no tener las mamas tan desarrolladas, los hombres también tienen tejido mamario así que son también susceptibles de tener cáncer, y una vez diagnosticada la enfermedad el tratamiento entre unos y otros casi no varía.
Aun así, pocos hombres son conscientes de esta posibilidad, así que a menudo el diagnóstico se hace más tarde que en las mujeres. Pero no todo es negativo.
“A pesar de tener un diagnóstico tardío, los de los hombres son en general tumores con buen pronóstico”, afirma Antonio Llombart, presidente de la asociación europea SOLTI de investigación de cáncer de mama, a BBC Mundo.
Una de las conclusiones de un análisis llevado a cabo sobre la base de datos de cáncer del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos concluyó que los hombres solían tener con más frecuencia tumores más grandes y que solían diagnosticarse más raramente en las primeras fases de la enfermedad.
Además, debido al avanzado estado en el momento del diagnóstico, los hombres con más frecuencia son sometidos a masectomías y con menos frecuencia a radioterapia.
Además el riesgo es mayor cuando el hombre tiene altos niveles de la hormona femenina estrógeno.
“El tumor se suele extender antes por la piel debido a la ausencia de glándula mamaria”, afirma Llombart, pero añade que la masectomía “en los hombres no afecta tanto como a las mujeres desde el punto de vista psicológico, no lo viven como una mutilación”.
Falta de apoyo
A pesar de ello, muchos se sienten perdidos a la hora de buscar ayuda. Ese fue el caso de Ramón cuando fue diagnosticado en Canarias, donde reside.
“Lo asimilé bien. Me llegó a un ganglio, me lo extirparon, hice quimio y ahora estoy con terapia con hormonas”, cuenta.
Aun así, asegura que tuvo la sensación de que las personas con las que hablaba no estaban preparadas para lidiar con un caso como el suyo.
“En el momento en el que me diagnosticaron busqué ayuda, pero todo era para mujeres así que me sentí un poco aislado. Fui a grupos, pero todas eran mujeres; a mí no me importa pero pensé que a ellas igual sí. Me dio la impresión de que las asociaciones con las que contacté no estaban preparadas”.
“Me hubiese gustado llevar a cabo más actividades, pero al final lo hice todo por mi cuenta. Hice gimnasio, camino por la playa, y mi mujer me ha ayudado mucho”, añade.
La terapia con hormonas está siendo efectiva, y Antonio Llombart cree que es aquí precisamente donde más ensayos clínicos podrían ayudar a los tratamientos.
“Una mayor investigación podría tener incidencia en los tratamientos hormonales, que van dirigidos a bloquear las hormonas femeninas, y aunque en los hombres existen, hay menos”.
Aun así, este experto está de acuerdo en que “no tiene sentido excluir a los hombres de los ensayos clínicos, a pesar de la baja incidencia es justificable además desde el punto de vista ético”.
A pesar de que no hay necesidad de alarmar sobre el tema, los expertos coinciden en que una mayor concienciación y la inclusión de hombres en ensayos clínicos podrían ser muy beneficiosos a la hora de lidiar con esta enfermedad.