Las diez ciudades más contaminadas del planeta, entre ellas La Oroya

El ‘ranking’ se basa en la estimación de la presencia en el aire, el suelo y el agua de los metales pesados, mercurio, arsénico, pesticidas y radionúclidos. Los investigadores tomaron en cuenta también el número de personas potencialmente expuestas al impacto se esos factores de contaminación.

El Instituto Blacksmith es una organización no gubernamental estadounidense de perfil ecológico fundada en 1999 en la ciudad de Nueva York. Tiene como objetivo dejar a los niños un planeta limpio, por lo que desarrolla soluciones para los problemas de contaminación a los que se enfrentan distintas regiones del mundo.

Chernóbyl (Ucrania)
No es la primera ocasión en la que los expertos elevan a la posición más alta en su lista a la ciudad de Chernóbyl, cuyas inmediaciones están extremadamente contaminadas con elementos radioactivos desde el siniestro que se produjo en abril de 1986.

Dzerzhinsk (Rusia)
Hace más de una década esa localidad de los Urales entró en el ‘Libro Guinness de los Records Mundiales’ como la más contaminada del planeta en términos de contaminación química. En plena industrialización de los años 1930 Dzerzhinsk se convirtió en un basurero industrial gigante. Desde entonces, y hasta 1998, las plantas metalúrgicas y químicas llenaban sus piscinas con sustancias tóxicas.

Bajos de Haina (República Dominicana)
En el centro industrial y portuario más importante de la República Dominicana se produce más del 50% de la electricidad de la que dispone el país, también se encuentra allí su única refinería.

Kabwe (Zambia)
La ciudad cuenta con una mina de extracción de zinc y de plomo que casi se agotó. Estaba en funcionamiento desde que el país era una colonia británica hasta no hace mucho tiempo. Pese al cese de los trabajos dentro del medio urbano, la contaminación sigue causando estragos entre la población, conformada por unos 255.000 habitantes.

La Oroya (Perú)
Si en alguna parte de América Latina puede decirse constantemente la célebre frase de “aquí huele a azufre” es en el centro de minería y metalurgia peruano, San Jerónimo de la Oroya. Además de este elemento no metálico, la zona se especializa en la extracción de zinc, cobre y metales pesados como el plomo.

Linfen (China)
La industria china del carbón, que durante décadas usaba una tecnología primitiva e incumpliendo las normas ambientales más elementales, convirtió los barrios e inmediaciones de la ciudad china de Linfen en una amenaza constante para el sistema respiratorio de 3 millones de habitantes que inhalan diariamente partículas de carbono.

Mailuu-Suu (Kirguistán)
Las minas de uranio que se encuentran en las inmediaciones del poblado kirguiso de Mailuu Suu fomentan el bienestar de algunos de sus vecinos, pero generan también muchísimos problemas, especialmente a los sectores más pobres de la población.

Norilsk (Rusia)
La ciudad, situada entre las nieves casi perennes al norte del Círculo Polar Ártico, fue fundada en 1935 y es hogar de unos 170.000 habitantes. Desde la época de Iósif Stalin Norilsk es un núcleo urbano con varias unidades para la fundición de metales que cuenta con varias ciudades y poblados satélites que lo abastecen con las minas polimetálicas.

Ranipet (India)
El importante centro industrial del sur de la península Indostán es un satélite de la ciudad de Vellore, siendo su población propia bastante reducida: unos 47.000 habitantes. Sin embargo, estas personas sufren mucho por una enorme cantidad de desperdicios venenosos que dejaron una decena de fábricas de distintos sectores industriales.

Sumgait (Azerbaiyán)
Uno de los centros petroquímicos más grandes, y con una historia que data de los finales del siglo XIX, emite a la atmósfera 120.000 toneladas de mercurio.

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