La grave sequía que afecta a Brasil ha enfrascado a los Gobiernos de Sao Paulo y Río de Janeiro, dos de los más importantes estados del país, en una ‘guerra del agua’
El conflicto se produjo después de que una represa paulista decidiera reducir el caudal del río Jaguari, que abastece no solo de agua sino también de electricidad a los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais, con el objetivo de garantizar su acceso al agua, en el marco de la prolongada sequía que afecta la región, informa el diario brasileño ‘O Globo’.
A pesar de que las autoridades del Operador Nacional del Sistema Eléctrico, ONS, recomendaron al Gobierno de Sao Paulo elevar el flujo de agua del río Jaguari, la Compañía Energética de Sao Paulo, CESP, redujo el viernes pasado el volumen del líquido que va a parar a la cuenca del afluente del río Paraíba do Sul, lo que perjudica directamente a las hidroeléctricas del estado de Río de Janeiro.
Actualmente, la CESP solo libera de la represa de la hidroeléctrica del río Jaguari un tercio del volumen de agua exigido por el ONS. Según declaró en una rueda de prensa el secretario de Saneamiento y Recursos Hídricos de Sao Paulo y antiguo presidente de la CESP, Mauro Arce, es posible que el Gobierno de Sao Paulo emprenda un proceso judicial sobre el caso de las aguas del río Jaguari debido a que, en su opinión, la ley debería darle prioridad al abastecimiento de los acueductos frente a las hidroeléctricas.