El bien cotizado jugador peruano Paolo Guerrero se fue triste de la Bombonera. Uno porque Corinthians cayó 1-0 frente a Boca Juniors, y dos porque un remate suyo se estrelló en el palo. El disparo del ‘Depredador’ fue lo más peligroso del ‘Timao’ ante los ‘xeneizes’, que dejaron el alma en la cancha para llevarse el triunfo. Sin embargo, la llave aún está abierta. El próximo 15 de mayo, Corinthians, en casa, intentará remontar el resultado para meterse en los cuartos de final de la Libertadores.
El único tanto del partido lo marcó Nicolás Blandi, a los 59 minutos. Tras un mal disparo desde la izquierda, el delantero se adelantó a la defensa del “Timao” para empujar la pelota con el pie y vencer al arquero Cassio. Los jugadores brasileños pidieron off side, pero el árbitro estuvo acertado: Blandi estaba en posición legítima.
El tanto despertó la euforia de los hinchas en la Bombonera. Riquelme, desde un palco, festejaba a todo pulmón. El “10” no pudo jugar debido a una lesión. Durante el aprtido se le vio preocupado, pero la cara le cambió una vez Blandi anotó para los “xeneizes”.
Boca había sido superior en la primera etapa. Tuvo las opciones más claras por intermedio del juego aéreo. Corinthians, por su parte, lució como nunca. Erró muchos pases en salida y marcó con poca intensidad, algo a lo que no está acostumbrado en la Libertadores.
Luego del tanto de Blandi, el equipo de Tite despertó. Puso la pelota al piso y equiparó el dominio. No obstante, tuvo poca profunidad. De hecho, las más clara fue un remate de Guerrero de lejos que pegó en el poste. De ahí en más, Boca se dedicó a defender y dejó la piel en la cancha. Sus jugadores iban cayendo lesionados pero siguió metiendo y se lleva un triunfazo, ya que en el torneo local lleva diez partidos sin ganar.