Las fiestas patronales de San Salvador, durante las cuales miles de salvadoreños se van de vacaciones, comenzaron con el tradicional y colorido Desfile del Correo, que recorrió un sector céntrico de la ciudad.
En estas fiestas, que se celebran del 1 al 6 de agosto, carrozas, payasos, bandas musicales, fuegos pirotécnicos, mojigangas y otras manifestaciones de alegría predominan en los desfiles, y la feria gastronómica y en un parque de diversiones.
El desfile fue precedido por una alborada y una serenata dedicadas al Divino Salvador del Mundo.
A lo largo de estas vacaciones habrá celebraciones religiosas, ferias, competiciones deportivas y conciertos musicales, entre otras actividades, al tiempo que miles de salvadoreños se desplazarán a playas y otros lugares turísticos.
Estos festejos datan desde hace más de 400 años, de la época colonial, y el Desfile del Correo se llama así porque simboliza el momento en que los señores del correo entregan el bando al intendente o alcalde para que anuncie el inicio de las fiestas.
La principal celebración religiosa del período es, el 5 de agosto, la tradicional procesión en honor del Salvador del Mundo, que recorre las principales calles del centro de la ciudad y culmina frente a la Catedral Metropolitana con la «bajada», alusiva a la estampa bíblica de la transfiguración de Jesucristo en el monte Tabor.
Las fiestas terminan el 6 de agosto con una misa en la Catedral Metropolitana.
Al menos 36.903 policías, militares y socorristas, entre otro personal, se desplazarán por todo el país en tareas de prevención, seguridad y auxilio durante las vacaciones, según la Dirección de Protección Civil.
El grueso de ese personal lo conformarán unos 22.500 efectivos de la Policía Nacional Civil y 3.500 de la Fuerza Armada.
Además, habrá miembros del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Cruz Verde y de Comandos de Salvamento; médicos, enfermeras y otro personal del Ministerio de Salud, así como de otras instituciones públicas.
Asimismo, funcionarán retenes en las principales carreteras del país, en los que habrá controles policiales, pruebas de consumo de drogas y alcohol, ayuda al turista, talleres mecánicos móviles y otras facilidades.
También se incluirán al menos 18 puestos de socorro acuático en las playas y balneariosmás visitados, y se contará con el apoyo de helicópteros y embarcaciones de la Fuerza Armada.
El Ministerio de Turismo espera que en este período se movilicen unas 274.000 personas por todo el país e ingresen unos 42.000 turistas extranjeros, la mayoría de otros países centroamericanos.