Episcopado mexicano califica de “regalo extraordinario” canonización de monja

El Episcopado de México calificó hoy como un “regalo extraordinario” la próxima canonización de la beata mexicana María Guadalupe García Zavala, más conocida como Madre Lupita.

Canonización de la beata mexicana María Guadalupe García Zavala

La religiosa, nacida en 1878 y quien murió en 1963, fundó la congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres. El próximo domingo será proclamada santa por el papa Francisco.

En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano pidió a los feligreses sumarse a las celebraciones que se desarrollarán el domingo en las catedrales y en las parroquias del país en honor de la monja mexicana.

“Contemplar en los altares a una cristiana, nacida en nuestra patria, es un regalo extraordinario que nos llena de esperanza”, agregó el Episcopado.

Recordó que la Madre Lupita, a pesar de haberse comprometido en matrimonio a los 23 años, decidió tomar los hábitos para dedicarse “al servicio de los enfermos y de los pobres”.

En una época de persecución religiosa en México, durante la llamada “guerra cristera”, en el siglo pasado, junto con sus hermanas de la congregación que fundó protegió a religiosos como el entonces arzobispo de Guadalajara Francisco Orozco, y también a soldados involucrados en esa contienda.

“Los soldados no sólo no molestaron a las religiosas, sino que hasta las defendieron, al igual que a los enfermos”, recordó hoy el Episcopado mexicano.

La persecución religiosa en México comenzó a partir de 1911, pero se intensificó entre 1926 y 1929.

La congregación religiosa que fundó junto con el sacerdote Cipriano Iñiguez abrió once fundaciones en México y además cuenta con 22 casas de asistencia en este país, en Perú, en Islandia, Grecia e Italia.

La Iglesia católica le atribuye a la Madre Lupita un milagro al sanar de una forma inexplicable para la ciencia al mexicano Abraham Arceo Higaresa, quien sufría una pancreatitis muy grave.

El enfermo estaba hospitalizado en un centro de la congregación y rezó a la Madre Lupita pidiendo que le ayudara.

El 25 de abril de 2004 el papa Juan Pablo II proclamó beata a la monja mexicana. EFE

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