El mundo del fútbol americano se ha visto perturbado en días recientes debido a las graves acusaciones de acoso e intimidación que han salido a la luz pública.
El llamado “pago de novatada” ocurre cuando los nuevos jugadores son obligados a realizar favores —a veces monetarios— por aquellos con más experiencia. Sucedió hace poco en el equipo de los Miami Dolphins, uno de los más famosos e históricos de Estados Unidos.
¿Las consecuencias? Un jugador renunció y otro se encuentra suspendido. El defensa Jonathan Martin abandonó el equipo por “razones emocionales” en medio de las informaciones que aseguran que fue objeto de un acoso prolongado por parte de otro jugador de la misma unidad de su equipo, Richi Incognito. Este último sostiene que es inocente.
Al parecer, Martin habría pagado US$15.000 para un viaje a Las Vegas al que ni siquiera fue. Según el diario “The Miami Herald”, otros novatos han pagado cenas de hasta US$40.000 y un joven defensa incluso se declaró en quiebra debido a la presión que significaba pagar por jugadores mayores. En el artículo se describe la forma en que los veteranos están usando a los más nuevos como si se tratara de un “cajero automático”.
“DIVERTIDO”
OJ McDuffie, jugador de los Dolphins entre 1993 y 2000, explica que el “impuesto a ser novato” (Rookie tax en inglés) es un término nuevo. La práctica, sin embargo, no lo es. “Solíamos llamarlo pago de deudas o novatada. Eso pasa en cualquier equipo, en cualquier posición y ocurría antes de que yo llegara”.
A McDuffie lo lanzaron en una bañera de agua fría. Lo demás no fue tan grave: tuvo que comprar comida para sus compañeros y cantar.
Antes de que comenzara su primera temporada, un jugador experimentado anunció que McDuffie era su novato, lo que significaba que debían dejarlo tranquilo. A partir de entonces, solo le tocó llevar rosquillas y sandwiches. Aunque otros compañeros tuvieron que pagar por cenas de varios miles de dólares, dice, no era nada comparable a lo que ocurre en la actualidad.
Un jugador de los Dallas Cowboys, Dez Bryant, dijo hace unos años queera “divertido” pagar por una cena de $54.896. Es probable que su salario cercano a los $3 millones —según reportes— tuviera algo que ver.
“Es lo que los novatos tienen que hacer”, señaló Bryant sobre el incidente en 2010. “Algunos de los jugadores mayores se disculparon. Sentí que no había necesidad de pedir disculpas porque ocurrió y listo”.
Pero no todos pueden manejar tales sumas, aclara McDuffie. “Los montos de hoy en día son increíbles. Creo que los salarios han subido tanto que piensan que los novatos pueden manejar ese tipo de situación. Pero es totalmente injusto para aquellos que no ganan lo suficiente”.
“Muchos de los problemas financieros ocurren porque quieren tener el mismo estilo de vida que otros jugadores que ganan US$5 millones. Ellos no pueden comprar los mismos automóviles”.
La mayoría de los chicos nuevos aceptan estas condiciones porque están tratando de encajar y están temerosos de lo que podría pasar, dice McDuffie, quien cree que algún jugador veterano debería intervenir para poner fin a lo que está ocurriendo.
Los jugadores novatos poseen altos ingresos —por lo general rondan los US$400.000— pero hay tantos declarándose en quiebra que la Liga Nacional de Fútbol (NFL, por sus siglas en inglés) está tratando de educar a los jugadores para que aprendan a ser más prudentes con sus finanzas.
LA LEY DE LOS NOVATOS
Uno de los más reconocidos analistas de fútbol americano de Estados Unidos, Adam Schefter de ESPN, asegura que la ley de los novatos siempre ha existido. Pero está mal.
“Cubrí a los Denver Broncos durante 16 años y ocurrió en todas las temporadas. Un grupo de jugadores —digamos que los defensas— salen a cenar. Los veteranos comen las mejores carnes, beben el mejor vino y fuman los mejores puros. Y luego entregan la cuenta a los novatos”, relata Schefter.
“Creo que hay un montón de cosas que pueden ser buenas para el espíritu del equipo, pero los límites se cruzan”.
El episodio que involucra a Martin obligará a la NFL a analizar de cerca cuáles son los comportamientos aceptables. Está bien que un novato cargue los protectores de un veterano en el campo de entrenamiento, compre las rosquillas de la mañana o lleve a lavar el auto de algún otro jugador.
“Pero es absolutamente inaceptable que el novato pague por una cena de cinco cifras, se deje afeitar las cejas o permita que le corten el cabello al estilo de Friar Tuck, el compañero de Robin Hood. Allí se cruza la línea de la confianza y el profesionalismo”.
Algunos de los muchachos que salen a comer exquisiteces ganan hastaUS$8 millones de dólares al año, afirma. Y para aquellos que creen que los novatos ganan lo suficiente para pagarla, Schefter explica que pretender que alguien que gana US$400.000 pague por una cena de $40.000, equivale a que una persona que gana $50.000 se vea obligada a pagar una cuenta de US$5.000.
“Muchos de estos jóvenes tienen suficientes problemas tratando de manejar su nueva riqueza, no necesitan más”.