La empresa constuctora Extell está constuyendo en Nueva York un edificio de 33 pisos con 219 apartamentos. Estos costarán alrededor de un millón de dólares cada uno. Esto no tendría nada de extraordinario sino fuera por que este rascacielos va a tener dos entradas independientes: Una para pobres y otra para ricos.
La lujosa torre va a incluir también 55 viviendas en los primeros pisos diseñadas especialmente para el alquiler asequible de la clase media a un precio inicial de 845 dólares al mes, cantidad extraordinariamente baja para Manhattan.
Esta disparidad de precios es la justificación para que Extell haya diseñado las dos entradas separadas al edificio.
‘Eso no tiene cabida en el siglo XXI’ afirma la asambleísta Linda Rosenthal. ‘¡Esto es condenable! ¿Cuál es la necesidad de segregar a la gente de la clase trabajadora de bajos ingresos de los ricos?’, añadió la demócrata.
Aunque el edificio aún está en construcción, ya cuenta con algunos opositores: ‘Debe haber una sola puerta para que todos puedan compartir el acceso por igual’, dijo uno de los futuros residentes.
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