El investigador había fingido que la sangre de conejo puede ser transformada en una vacuna para curar el virus. En los artículos que publicó en las más destacadas revistas científicas planteó que el suero de este animal puede generar los anticuerpos necesarios.
En realidad, añadió a la muestra clínica sangre humana en perfecto estado, según detalla el diario ‘The New York Post’. El Instituto Nacional de Salud de EE.UU. le otorgó a Dong-Pyou Han y a su equipo subvenciones por un valor de 19 millones de dólares para sus investigaciones.
Las sospechas empezaron a surgir cuando otros especialistas no pudieron obtener los mismos resultados que los investigadores de Iowa. El Instituto de Salud descubrió la estafa cuando analizó la sustancia en un laboratorio y descubrió en el suero de conejo anticuerpos humanos.
Han renunció en octubre y fue inhabilitado para acceder a contratos gubernamentales en los próximos tres años. El caso se hizo público esta semana, luego de publicarse la sanción en ‘Federal Register’, el boletín oficial del Gobierno federal de EE.UU. que contiene comunicados públicos y publicaciones rutinarias de las agencias gubernamentales.