“Desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha habido 248 conflictos armados en 153 zonas del planeta. EE.UU. participó entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 2001 en 201 operaciones militares en el extranjero”, entre las cuales las más amplias se llevaron a cabo en Afganistán e Irak, según el portal washingtonsblog.com, que publica algunos extractos de un estudio aparecido en la revista ‘American Journal of Public Health’.
Además, los expertos señalan que alrededor del 90% de las muertes en estas guerras son de civiles. “La proporción de civiles fallecidos y los métodos de clasificación de los muertos civiles están a debate, pero las bajas entre la población civil en estos conflictos armados constituyen el 90% de todas las bajas causadas por la guerra”, reza el informe, que precisa que “a cada combatiente muerto en la batalla le corresponden unos 10 civiles asesinados”.
De acuerdo con la publicación, solo en la guerra en Irak murieron de 124.000 a 655.000 personas, y según algunas estimaciones hasta más de un millón, en su mayoría civiles. “Los civiles han sido víctimas mortales y de la violencia sexual en algunos conflictos contemporáneos”.
“Estados Unidos es responsable del 41% del gasto militar total del mundo. Le siguen China, con un 8,2%, y Rusia, con el 4,1%, mientras que al Reino Unido y Francia les corresponden sendos 3,6%”, indica el estudio.
Por otra parte, Washington destina al Ejército un billón de dólares y mantiene entre 700 y 1.000 bases militares en 100 países. El Departamento de Defensa de EE.UU. insiste en que la financiación “es insuficiente” y cree que hay que dejar de reducir el gasto militar, aumentar su presencia militar en el mundo y fortalecer las capacidades militares de los aliados, entre otras medidas.
Se cree que las guerras están diseñadas para evitar un mal mayor llamado ‘genocidio’, pero resulta que este mal “lo genera el militarismo, y la línea que separa la guerra del genocidio es muy delgada”, señala el analista David Swanson.