Para muchos de nosotros ir a un hospital casi siempre es una lucha para lograr una atención inmediata y este panorama se vive a nivel nacional; sin embargo en todo lugar uno suele encontrar a alguien que te brinda apoyo u orientación de una u otra manera.
En Piura este rol lo cumple a cabalidad don Juan Pedro Bernaola Mata, quien es desde hace 12 años voluntario en el hospital de Sullana de la Red Asistencial de EsSalud.
Don Juan nos cuenta que desde hace 12 años dedica su tiempo libre en ayudar a las personas que asisten al hospital como parte del programa de voluntariado, convirtiéndose a sus 97 años en el voluntario más longevo del país.
Natural de Ica, nos cuenta que cuando tenía 15 años viajó a Lima en busca de trabajo, allí laboró por muchos años para una empresa de tejido, resaltando que siempre tuvo ese espíritu de ayudar a sus compañeros. Esto le valió hacerse de muchos amigos e ir escalando laboralmente, incluso recuerda que ingresó de peón en la fábrica y terminó como jefe de un área.
Nos cuenta que en Lima se casó, tuvo hijos y enviudó. Uno de sus hijos viajó a Sullana para trabajar y luego lo haría el segundo de sus retoños, con quien él llegaría a esta ciudad del norte del país.
Es en esta provincia piurana donde don Juan decide dedicar su tiempo libre en ayudar a otras personas. Nos relata que fue una de sus amigas quien le recomendó apoyar en el voluntariado, idea que le llamó mucho la atención, pues decía que pasaba horas solo, ya que su hijo trabajaba y el otro ya tenía su familia.
Recuerda que desde que forma parte del voluntariado, no ha dejado de asistir ningún día de lunes a sábado de 08:00 a.m. a 12:00 p.m.
Su rutina desde hace más de una década es levantarse temprano, preparar sus desayuno e ir al hospital, actividad que lo reconforta anímica y físicamente, pues dice no padecer ninguna enfermedad, aunque risueñamente nos confiesa que la edad le hace tener dolores en sus rodillas, pero lo soluciona apoyándose con un bastón para seguir con sus actividades diarias.
Don Juan Pedro nos cuenta que a través del voluntariado ha logrado hacer muchos amigos y ganarse el respeto de la gente.
Este hombre jubilado, pero con trabajo diario, que no usa lentes para leer y está completamente lúcido, dice que permanecerá en el voluntariado de EsSalud hasta el último día de su vida. Afirma que no se irá de Sullana, pues es su hogar y donde vive la familia que le queda.
Espera seguir con su servicio en el voluntariado por más años y mantenerse al lado de sus dos hijos, cuatro nietos, cuatro bisnietos y un tataranieto, para quienes sin lugar a duda se sienten orgullosos de la labor que realiza día a día.