Pequeño, menudo. Con un corte de cabello juvenil y muñequeras en ambas manos está el muchacho de Villa El Salvador que recorre la banda derecha pintando de crema un sendero feliz. Los 20 años de Diego Chávez Como el de Huancayo.
Ganar la estrella 26 te va a cambiar la vida.
Sí, en la calle algunos me reconocen y me piden un autógrafo. Es muy emocionante todo eso. Firmarle a un ‘chibolo’ es algo que me emociona y me es difícil describirlo.
El tema es siempre mantener esa humildad. No es fácil.
Mira, este año yo he tenido en Ángel Comizzo un verdadero padre. Me ha dicho lo bueno y lo malo, me ha jalado las orejas y hasta me ha puteado corrigiéndome en el campo. Y en casa, tengo el ejemplo de mi padre, que es un hombre que siempre trabajó y se rompió el alma por mis hermanos y yo.
¿Qué nos puedes contar de tus padres?
Mi papá es mi ejemplo, mi primer entrenador. Él siempre está ayudando a los chicos de mi barrio acá en Villa El Salvador. Incluso ya no quiero que trabaje, más aún que se le descubrió la diabetes, pero quitarle su chamba de técnico de menores lo deprimiría.
¿Y tu mamá Bertha?
Ha sido un motor en la casa. Hace unos meses estuvo trabajando en el restaurante de mi tío. Lavaba platos, allí yo también me he ‘recurseado’. A ella si le he prohibido que vuelva a ese trabajo.
¿Qué es lo que vas a regalarle a tu familia esta Navidad?
Tengo mi hermano Niltón que hace cuatro años se fue a Argentina y no ha regresado más al Perú. Para esta Nochebuena, lo voy a hacer venir en avión y será un gran regalo para mi madre y la familia.
Todo lo que tu talento para jugar fútbol te está dando.
Sí, y debo cuidarlo. Yo no fumo ni tomo, mucho menos me gusta trasnochar.
¿Cambiarás de peluquería ahora que campeonaste?
Nada. Yo me corto al costado de mi casa donde cuesta seis soles y, si es con lavado, diez.
DATOS
– Diego Chávez fue titular en el equipo peruano sub 20 que estuvo cerca de clasificar al Mundial de la categoría a inicios de año.