Un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto una nueva especie de dinosaurio carnívoro, al que han llamado Siats Meekerorum y que, según los datos obtenidos desde que comenzaran los estudios en 2008, habría poblado América del Norte. Los expertos, que han descrito el hallazgo como «el más emocionante» de sus vidas, han explicado que se trata de una especie del un grupo de depredadores gigantes conocidos como carcharodontosaurs. El Tyrannosaurus Rex vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 65 millones de años y es un animal sobre el que los paleontólogos ha estudiado mucho, al igual que sobre su ecosistema. También se ha investigado mucho sobre otras especies más conocidas como el Allosaurus, el Apatosaurus o el Stegosaurus. Sin embargo, existe «una gran brecha» entre la época del primero y la de estas tres últimas especies. Por esa razón, la autora principal del trabajo, Lindsay Zanno, y sus colegas se centraron en las rocas de 98 millones de años de edad que representan justamente al periodo en el que existe esta brecha. A medida que se excavaron estas rocas, los expertos se dieron cuenta de que había nueva información: un dinosaurios de dos patas como el Tyrannosaurus Rex pero perteneciente a una época en la que esta especie aún no había evolucionado. Así, según indica el trabajo, que ha sido publicado en Nature, los antepasados del Tyrannosaurus eran unos animales de apenas el tamaño de un perro. Sin embargo, cuando el Siats Meekerorum se extinguió en algún momento del Cretácico Tardío, dejó libre el ecosistema de su principal depredador y cedió el camino al Tyrannosaurus para convertirse en un gigante, como el recientemente descubierto Lythronax y el Rex. Han encontrado la espina dorsal y la cola, junto con partes de su cadera y la pierna trasera. En cuanto a los restos hallados, Zanno ha explicado que pertenecen a un menor de edad, y las estimaciones sugieren que era de unos 10 metros de largo y pesaba unas cuatro toneladas. Según la científica, un adulto de esta especie pesaría un par de toneladas más. «Era enorme», ha destacado. El Tyrannosaurus Rex, con el doble de ese peso que este descubrimiento, sigue siendo el gigante indiscutible de los depredadores de América del Norte en el Cretácico, pero Siats Meekerorum está en la carrera por el segundo puesto, junto con el Acrocanthosaurus, también miembro de la familia de los depredadores carcharodontosaurs y que vivió unos 10 millones de años antes. Los investigadores han recuperado la mayor parte de la espina dorsal y la cola del nuevo dinosaurio, junto con partes de su cadera y la pierna trasera. También se han encontrado, al menos, otros tres nuevos dinosaurios en esta misma roca. Según Zanno, «en los próximos tres a cinco años se espera sacar a la luz más de lo que este ecosistema perdido ofrece».
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