Investigadores en EE.UU. dan un paso de gigante hacia el descubrimiento de los secretos genéticos que permiten a reptiles y lagartos regenerar sus propias colas y creen que en un futuro se podrían aplicar al crecimiento de tejidos humanos.
El proceso con el que los reptiles regeneran su cola después de perderla en ataques de depredadores es una “receta” de la genética que hasta ahora seguía siendo un secreto, recuerda un estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona.
Según Kenro Kusumi, autor principal del trabajo, “los lagartos, básicamente, comparten la misma caja de herramientas genéticas que los humanos”. “Descubrimos que para regenerar su cola los lagartos activan, al menos, 326 genes, incluyendo los implicados en el desarrollo embrionario, los responsables en las respuestas hormonales y en la cicatrización de las heridas”, explicó.
Los especialistas han explicado en la revista ‘Plos One’ que criaturas como las salamandras, renacuajos y algunos peces son capaces de regenerar sus colas y, para ello, todos ‘encienden’ genes de la llamada ‘vía Wnt’, un proceso necesario para controlar las células madre en órganos, cerebro o vasos sanguíneos.
En palabras de Kenro Kusumi, “usando tecnologías de última generación para secuenciar todos los genes que se expresan durante la regeneración” los expertos han conseguido desvelar el misterio de qué genes son necesarios para que los lagartos puedan regenerar sus colas. “Si seguimos esta receta genética hallada en los lagartos y aprovechamos estos mismos genes en células humanas, en el futuro podría ser posible regenerar cartílagos, músculos e incluso la médula espinal”, señaló.
Los investigadores esperan que el estudio contribuya a descubrir nuevas terapias que ayuden a tratar lesiones de médula espinal o enfermedades como la artritis.