El cineasta brasileño Eduardo Coutinho, guionista de la famosa película Doña Flor y sus dos maridos,fue asesinado hoy en su residencia en Rio de Janeiro a los 80 años de edad.
Los primeros informes en la televisión local señalan que el hijo del realizador, Daniel, quien sufre una enfermedad mental, apuñaló a su padre hasta la muerte.
La esposa del director de cine, Maria das Dores Coutinho, de 62 años, resultó gravemente herida por puñaladas en el pecho y el hígado y se encuentra hospitalizada, indicó la Policía brasileña.
El hijo de Coutinho, de 41 años, también fue trasladado al hospital con heridas de arma blanca, dijo un funcionario de Salud de Rio.
Entre las obras más conocidas de Coutinho figuran el guión de Doña Flor y sus dos maridos y el drama de 1967 ABC do Amor, filme que dirigió con el argentino Rodolfo Kuhn y que compitió en el 17° Festival Internacional de Cine de Berlín, donde fue nominado a un Oso de Oro.
Nacido en Sao Paulo, Eduardo Coutinho es considerado uno de los más finos realizadores brasileños. A los 21 años, el cineasta abandonó los estudios de abogacía y rápidamente encontró su lugar en el mundo del cine y el teatro. Se mudó a Francia y a fines de los años 50 produjo su primer documental.
Otra de sus grandes obras fue Twenty Years Later, un drama documental que cuenta la historia de un líder campesino asesinado y que tardó más de 20 años en quedar terminado. Coutinho comenzó a rodar la película, pero pronto tuvo que abandonar el proyecto por un golpe de Estado en Brasil. Unos 17 años después de iniciar el filme, volvió al lugar a interrogar a los líderes comunitarios locales que habían sobrevivido.
Edificio Master, un íntimo retrato de familias que viven en un edificio en Copacabana, Rio de Janeiro, le valió a Coutinho una serie de premios, incluido el Golden Kikito del prestigioso Festival de Cine de Gramado en 2002.
Coutinho había dicho recientemente que planeaba hacer un documental sobre las protestas populares que tuvieron lugar en varias ciudades brasileñas en junio pasado en contra de la corrupción y los costos de los servicios, y con críticas a la organización por parte del gigante sudamericano del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.