Dos estudiantes universitarias chinas no podían realizar sus labores con eficiencia, pues siempre se quedaban dormidas. Es así que empezaron a leer antiguos libros, donde encontraron un infalible método para mantenerse despiertas.
El libro daba cuenta que los antiguos ciudadanos chinos usaban métodos dolorosos para mantener sus mentes concentradas y no distraerse ni mucho menos dormirse.
Por ello, Chen Tang (20) y Huang Lu (21) empezaron a armar lo que sería una especie de sujetador de cabello, que les provocaría dolor si agachaban la cabeza.
El método pareció haberles funcionado, pues desde que lo probaron han mejorado en sus estudios debido a las largas jornadas de repaso.