Tras el desalojo de 134 familias asentadas de manera irregular en la Fortaleza de Campoy, en San Juan de Lurigancho, el Ministerio de Cultura inició hoy los trabajos preliminares para señalizar ese lugar, considerado zona arqueológica.
La Fortaleza de Campoy posee una extensión de 12.7 hectáreas. Fue la sede de uno de los centros administrativos del curacazgo de Lurigancho o Ruricancho, que obedecía al Señorío Ichma (entre 1 000 a 1 470 años después de Cristo) y ocupaba los valles del Rímac y Lurín.
Los pobladores que se encontraban en ese lugar aseguraban tener documentos que los acreditaban como propietarios.
Cabe recordar que la invasión a la Fortaleza de Campoy inició en 1998, cuando la asociación de vivienda Samuel Matsuda Nishimura se apropió de manera ilegal de esa zona y retiró a la fuerza a un grupo de arqueólogos.