Adolfo Cachay, director del Centro de Rehabilitación Juvenil José Abelardo Quiñones, alertó ayer que el número de sicarios menores de edad internos en dicho lugar se ha incrementado notoriamente.
“En 2012 solo hubo un asesino a sueldo recluido aquí, pero este año ya hay ocho. La mayoría proviene de Cajamarca, Chiclayo y San Martín y tiene una condena no menor de cinco años”, comentó.
Cachay dijo que se necesita un millón y medio de soles para ampliar y reconstruir el recinto ubicado en Pimentel.