Cuando somos jóvenes hay muchas cosas que queremos en la vida, te imaginas que en unos cuantos años vas a lograr todas tus metas y sueños. Pero si no haces algo por ellos no se van a cumplir solos y para esto tienes que tomar riesgos.
Debes caerte para poder levantarte con más fuerza, tienes que dejar que la vida te despeine de vez en cuando y aprender a reírte de ti misma. Lo que importa es que cuando seas mayor no te arrepientes de todo aquello que no hiciste por “falta de tiempo” o miedo.
Encontramos una lista publicada en Buzzfeed de lo que NO te debes arrepentir y escogimos 30 de las actividades y acciones que debes tener en cuenta.
1. No viajar cuando tuviste la oportunidad. Viajar se vuelve infinitamente más difícil a medida que creces, especialmente si tienes familia y tienes que pagar el viaje a otros además del tuyo mismo.
2. No aprender otro idioma. Cómo diría Natalie Portman, “aprender es hermoso”. Aprende chino, japonés, alemán, francés o el idioma que tu quieras te hace mucho más interesante y te abre puertas en diversos campos.
3. Quedarte en una mala relación. Nadie que alguna vez sale de una mala relación mira hacia atrás sin querer haberlo hecho antes. Si no eres feliz con tu pareja y la pasan peleando o sientes que mereces más entonces cierra círculos.
4. No ponerte protector solar. Las arrugas, lunares y el cáncer de piel en gran medida se pueden evitar si te proteges adecuadamente cuando aún eres joven. Sabemos que te gusta verte bronceada, pero hoy hay muchas formas de que esto suceda sin que ponga en peligro tu vida más adelante.
5. Perderte la oportunidad de ver a tus músicos favoritos. Esperaste AÑOS por ese concierto de Metallica, AC/DC, Foo Fighters o los Backstreet Boys y no fuiste porque “querías ahorrar”, porque no tenías con quién ir o porque simplemente se te pasó. Si realmente eres fanática de un grupo o solista y tienes la oportunidad de verlos en vivo, no lo pienses mucho porque cuando pasen los años te arrepentirás de no haberlos visto.
6. Tener miedo de hacer cosas. El miedo es pasajero, como casi todas las cosas en la vida. Sí, seguro te asusta cambiar de trabajo, iniciar una relación nueva, caerte por una mala decisión, pero ¿qué es lo peor que te puede pasar? Que el miedo no te detengan nunca, al final cuando mires atrás te vas a arrepentir más de lo que no hiciste que de lo que te animaste hacer.
7. No hacer del ejercicio una prioridad. No te decimos que te conviertas en una mujer atlética amante del gimnasio, pero salir a caminar o correr alguna vez no va a matarte. Cuando tengas 30, 40, 50 o 60 tu salud se va ver afectada por aquello que no hiciste de joven.
8. Dejarte definir por los roles de género. Pocas cosas son tan tristes como una persona vieja diciendo: “Bueno, lo que pasa es que eso no se hacía en ese entonces.”
9. No renunciar a un trabajo malo. Sabemos que hay muchas cosas que pagar y que el dinero es importante, pero si no por eso tienes que aguantar a un jefe que te trata peor que un zapato o hacer cosas que odias. Ten coraje para renunciar aquello que sabes que no te hace bien y ten un plan para mejorar la situación.
10. No esforzarte más en la escuela. Cuando somo jóvenes en la etapa escolar solemos tomar muchas cosas a la ligera, si jalamos un examen de matemática con 05 no nos importa demasiado, así como tampoco ser parte del quinto superior. O crees que es “bacán” no prestar atención a las clases de historia, pero con el tiempo te das cuenta que todas esas cosas sí eran necesarias.
11. No darte cuenta de lo hermosa que eres. Todas tenemos partes de nuestro cuerpo que nos gustaría cambiar, tal vez ser más altas, bajar “esos kilitos de más” o eliminar algunas pecas. En este proceso muchas veces caemos en el error de eliminar eso que nos hace únicas, jóvenes optan por operarse y no se dan cuenta de lo hermosas que son, así naturales.
12. Tener miedo de decir “Te amo”. Simplemente eso, si sientes algo tan fuerte como el amor, lo único que tienes que hacer es hacer que la otra persona lo sepa.
13. No escuchar los consejos de tus padres. ¿Cuántas veces dijiste “Ay mamá ya no me molestes”? No lo hagas más, ellos saben mejor que nadie lo que es la vida, nadie te conoce más que ellos y son los únicos que estarán siempre para ti. No los ignores, cuando seas mayor y quieras escuchar su consejo y ya no estén aquí vas a arrepentirte.
14. Pasarte la juventud centrado en ti. Te vas a avergonzar de esto, no seas egoísta, piensa también en los demás. Todos tenemos problemas, pero en vez de pasarte lamentándote lo “horrible” que es tu vida ¿qué tal si empiezas por ayudar a otros?
15. Dar demasiada importancia a lo que piensan los demás. La opinión de los demás es algo que no tiene por qué interesarte. Las personas que te quieren de verdad te dan consejos para que mejores, el resto es silencio.
16. Seguir los sueños de los otros antes que los propios. Está bien apoyar a tus amigos, familia o pareja a que logren sus metas, pero que esto no te detenga a ti, tu también debes ir por sus propios sueños y cumplirlos. Tu eres la prioridad.
17. No salir adelante con la suficiente rapidez. La gente mayor recuerda los largos períodos que dedicaron a recoger sus propios pedazos del piso y saben que fue una pérdida de tiempo haberle dedicado tanto dolor a algo que no valía la pena.
18. Guardar rencores, especialmente con aquellos que amas. Te peleaste con alguien muy importante para ti, sea por error de esa persona o tuyo. ¿Pero cuánto tiempo vas a pasar sin decirle una sola palabra o guardándole rencor? Lo mejor que puedes hacer es perdonar para sentirte libre de nuevo.
19. Nunca actuar delante de los demás. Esto no es un lamento para todos, pero muchas personas mayores desean haber conocido lo que se siente estar de pie delante de una multitud y mostrar sus talentos.
20. No hacer suficiente voluntariado. Llegar al final de tu vida sin haber contribuido a hacer del mundo un lugar mejor es una gran fuente de tristeza para muchos.
21. Descuidar tus dientes. Cepillate. Usa hilo dental. Acude a los chequeos regulares.
22. Perderte la oportunidad de hacerles preguntas a tus abuelos antes de que mueran. Ellos son las personas más interesantes del mundo, han visto muchas cosas, te han visto nacer y también a tus padres. Tienen las aventuras más increíbles del universo y están ahí para ti, son un libro abierto para que acudas a ellos cuando los necesites. No los olvides nunca, porque para ellos eres su persona favorita.
23. Trabajar demasiado. Nadie en el lecho de muerte desea haber pasado más horas en la oficina. Siempre se desea haber estado más con la familia, los amigos y haciendo lo que te gusta.
24. No aprender a cocinar una comida increíble. Aprender a cocinar es algo que tienes que hacer en tu vida, más aún hacer un plato realmente complicado y rico. No tienes que ser la mejor chef del mundo, sólo aprende una receta que realmente quieras hacer.
25. No detenerte lo suficiente para apreciar el momento. En el mundo actual muchas veces vamos acelerados y no nos detenemos a ver las flores, el cielo, la luna o escuchar la risa de las personas que más queremos.
26. No poder terminar lo que empezaste. Si tienes un sueño o meta lucha por él. A veces lo empiezas, inicias un proyecto pero a la mitad lo dejas inconcluso. Con el tiempo te das cuenta que debiste terminarlo.
27. No jugar con tus hijos lo suficiente. Si ya eres mamá y vives el día a día con miles de actividades, llega un momento en el que no tienes tiempo para estar con las personas que más amas, tus hijos. Durante la infancia es cuando más te necesitan, quieren verte, hablar contigo, contarte lo increíble que es su nido o el colegio. Mostrarte ese dibujo que hicieron para ti. No dejes pasar estos momentos y arma recuerdos con ellos.
28. Nunca tomar un gran riesgo. Saber que diste un salto de fe al menos una vez incluso si te caíste de bruces será un gran consuelo cuando seas viejo.
29. No tomarte el tiempo para desarrollar tu red de contactos. Esto puede parecer un montón de basura cuando eres joven, pero más tarde se convierte claramente en una de las principales maneras de conseguir muchos trabajos.
30. Preocuparte demasiado. Como cantaba Tom Petty, “La mayoría de las cosas que me preocupan nunca suceden de todos modos”.