El monte Fuji de Japón registró durante julio una cifra récord de visitantes, con un aumento del 35 por ciento, tras ser designado recientemente Patrimonio Mundial de la UNESCO, informó este miércoles el Ministerio de Medio Ambiente nipón.
Desde el pasado 1 de julio, cuando comenzó la temporada estival de visitas, un total de 79.000 personas han subido hasta la cima del monte sagrado, en lo que supone la mayor cifra desde 2005, cuando comenzó este registro.
El récord de visitantes durante la época de verano, que dura todo julio y agosto, se produjo en 2010 cuando se llegó a los 320.000.
Este año se espera superar esta cifra debido a que el monte Fuji fue designado en junio Patrimonio Mundial de la UNESCO y, además, por el hecho de que la época de lluvias en la zona haya terminado antes de lo habitual, apuntó el Ministerio de Medio Ambiente.
Las personas que suben en rigurosa fila india los 3.776 metros de este volcán son contadas a través de un sistema de infrarrojos colocados en cuatro rutas diferentes cerca de la cima.
La temporada estival este año cuenta además con una novedad, ya que desde el pasado día 25 se cobra por primera vez una tarifa de entrada, de 1.000 yenes (7,7 euros) por persona.
La tarifa, que se está aplicando a modo de prueba durante 10 días, tiene el objetivo de preservar la zona y mejorar las medidas de seguridad.
Rodeado por lagos y con una forma de cono casi perfecto, el Fuji se convirtió en uno de los principales símbolos de Japón después de ser reproducido en numerosos grabados en el periodo Edo (1603-1868), que tuvo una fuerte influencia en las artes occidentales.
Al margen de ser un enclave turístico, el Fuji es también un volcán activo, cuya última erupción data de 1707, foco de estrecha y continua vigilancia al encontrarse en una importante zona sísmica.