El alza de la tarifa de los peajes de la Vía de Evitamiento, Panamericana Norte y Sur en julio y octubre de este año generó, en un primer momento, una ola de rechazo entre los miles de conductores que transitan a diario por dichas vías metropolitanas administradas actualmente por la empresa privada.
Si bien en los primeros días de octubre los usuarios formaban largas colas en los peajes de la Vía de Evitamiento en señal de protesta y malestar por la nueva alza, no han tenido otra opción que pagar los precios impuestos: 4 soles para el tránsito de vehículos privados y taxis y 3 soles para vehículos de carga pesada.
«Primero se hacen las obras, luego se cobra el peaje», critica fastidiado el chofer de taxi José Campos, tras cruzar el peaje de Monterrico de Evitamiento. Esta queja es similar a la de muchos otros conductores que se preguntan a dónde va lo que pagan a diario a lasactuales concesionarias de los peajes.
De acuerdo a las nuevas tarifas fijadas, las dos concesionarias Vía Parque Rímac y Rutas de Lima estarían recaudando en solo un mes más de 25 millones de soles en el cobro de peajes de la Panamericana Norte (Chillón), Panamericana Sur (Pucusana) y Evitamiento.
Según la Empresa Municipal de Peajes de Lima (Emape), hasta hace poco administradora de los peajes en la capital, en la Vía de Evitamiento circulan al mes un promedio de 300 mil vehículos ligeros y 800 mil vehículos pesados. Con este movimiento vehicular, la concesionaria Vía Parque Rímac estaría recaudando más de 15 millones de soles cada 30 días.
En el caso de Rutas de Lima, que tiene bajo su administración los peajes de la Panamericana Norte y Panamericana Sur, esta estaría recibiendo al mes más de 10 millones de soles. Comparado con Vía Parque Rímac la ganancia es poco menor porque el mayor movimiento vehicular se registra entre el Trébol de Javier Prado y Alipio Ponce al sur de Lima.
¿A DÓNDE VA EL PEAJE?
Hasta el 4 de octubre de este año, Emape registró ingresos de 195’273,414 soles por el cobro de peajes. ¿A dónde fue ese dinero? El gerente de Promoción de la Inversión Privada de la Municipalidad de Lima, Domingo Arzubialde, explicó a La República que gran parte de los ingresos sirvió para pagar la deuda que se generó con las AFP por la construcción de el Metropolitano y otras obras. Según refirió, el 100% de las ganancias por el cobro de peajes no ingresó directamente a Emape sino a un fondo del fideicomiso de titulación que se formó desde el 2005 y se liquidó en julio de este año para pagar el Metropolitano.
Después de dicha liquidación los ingresos de recaudación por el cobro de peajes son derivados a las dos concesionarias para el mantenimiento y operación de las vías, así como la limpieza y reparación de estas. La construcción de las obras es con inversión privada y no con la recaudación de los peajes.
Juan Pacheco, vocero de Vía Parque Rímac, aseguró que «la construcción del túnel subterráneo del río Rímac, los viaductos, la reubicación de las familias de la ribera del río Rímac, se hacen con inversión 100% privada«.
Vía Parque Rímac tiene 16 kilómetros de concesión desde el Trébol de Javier Prado hasta el óvalo Habich en Lima Norte y los peajes de Ramiro Prialé, Santa Anita y Monterrico de la Vía de Evitamiento. La empresa dispone directamente de los recursos para el mantenimiento y operación de las vías concesionadas y para recuperar la inversión por las obras que se vienen ejecutando, resaltó Domingo Arzubialde.
Sin embargo, Rutas de Lima no dispone de los recursos directamente, los ingresos van a un fideicomiso de titulación, el cual destina montos para las expropiaciones que se darán con las obras de los intercambios viales, también para la bolsa de compensaciones y para el mantenimiento de las vías concesionadas en la Panamericana Norte, Sur y pronto en Ramiro Prialé.
«Cuando Rutas de Lima culmine las obras obligatorias en el 2017, recién los ingresos van a ir directamente a los ingresos de la concesión», señaló el directivo de Inversión Privada. Hasta ahora Rutas de Lima no ha mostrado avances notables de obras; sin embargo ya cobra.
ALZAS EN CAMINO
Cuando la administración de las vías estaba a cargo de Emape no se pagaba Impuesto General a las Ventas (IGV) porque era el Estado que estaba a cargo del mantenimiento.Sin embargo, cuando la administración pasó a las dos empresas privadas, este factor se aplicó en el cobro de peaje.
En el caso de Rutas de Lima, la primera alza de 0.50 céntimos se aplicó el 1° de julio de este año. Conforme al anexo 6 del contrato de concesión contempla hasta 3 alzas adicionales en los próximos años. La segunda alza se daría en el 2014 con el inicio de las obras obligatorias, la segunda cuando la concesionaria haya avanzado el 50% de las obrasy la cuarta alza en el 2017 con la conclusión total de estas.
Según la comuna limeña, la tarifa de estas alzas es referencial y no obligatoria, por lo que se está negociando para que los incrementos no se den en las fechas fijadas por el anexo 6. El segundo incremento se daría en el 2015, se informó.
Por otro lado, Vía Parque Rímac indica en la cláusula 9.9 que el reajuste de sus tarifas se dará cada año. Su primera alza se dio el pasado 5 de octubre en estricta aplicación del IGV más la inflación acumulada desde el 2009, año que se firmó el contrato.
Vía Parque Rímac refirió que los aumentos se darán conforme a la inflación que hoy no supera el 3%. Sus directivos señalan que el mayor impacto en las tarifas se ha dado ahora con un tope de 4 soles, y que los siguientes serían mínimos.
HASTA 6 PEAJES MÁS
Una vez que se hayan concluido las obras del túnel subterráneo del río Rímac, Vía Parque Rímac edificará un peaje en el ingreso del túnel. Mientras que Rutas de Lima implementará5 peajes adicionales.
En el anexo 13 del contrato de Rutas de Lima señala que habrá 4 unidades de peaje en Ramiro Prialé (dos principales en el ingreso y salida así como dos de rama) . Asimismo, precisa que habrá un peaje adicional en la Panamericana Norte en Chillón, el cual cobrará de salida de Lima al norte una vez que se hayan terminado las obras viales.
Según el experto de transporte Luis Quispe Candia, las concesionarias recuperarán más rápido de lo que invierten con los ajustes y creación de más peajes. «Es lógico el malestar porque a nadie le gusta que suban el precio de los peajes. Sin embargo, los contratos ya han sido firmados, no se puede hacer nada. El Estado debe vigilar que las obras se cumplan de acuerdo a los plazos establecidos», finalizó.