Lejos de detenerse por la coyuntura, las ventas continúan, de acuerdo a un vendedor de la carne de estos animales. “Siempre está agotado”, indicó.
En Indonesia, un mercado sigue vendiendo carne de murciélago, de perro y de otros animales salvajes pese al riesgo que representa su ingesta debido a la expansión del nuevo coronavirus, la cual se cree habría empezado con el consumo de ciertas especies exóticas.
Los vendedores del mercado Tomohon Extrem Meat, en la isla de Sulawesi, siguen ofreciendo a restaurantes del lugar animales exóticos como el murciélago, indicando incluso que la pandemia del coronavirus no ha afectado su negocio. “De hecho… las ventas continúan. Siempre está agotado”, señaló Stenly Timbuleng, vendedor de estos animales, citado por el diario The Sun.
El hombre indicó que suele vender entre 50 y 60 murciélagos al día, mientras que en los días festivos vende hasta 600. El costo de cada uno de estos animales es de cuatro dólares. “Mis clientes siguen viniendo”, manifestó.
Al norte de esta isla de Indonesia, el pueblo Minahasan suele consumir murciélagos en un guiso llamado Paniki. Estos animales son usados enteros para el plato, excepto las glándulas del cuello y las axilas, tras lo cual son cocidos en la parrilla o quemados para sacarles los pelos, y posteriormente picados y cocinados.
Algunos sospechan que el nuevo coronavirus se originó en los mercados de animales salvajes de Wuhan (China), donde se vendían especies como el murciélago.
Los productos que se ofrecen en este mercado también incluyen serpientes gigantes, perros y ratas. El jefe de la agencia de comercio e industria de gobierno local, Ruddy Lengkong, invocó a las personas a evitar la carne de animales que pudieran ser portadores de la COVID-19.
Indonesia reporta hasta ahora 8.882 infectados y 743 muertos por el nuevo coronavirus. Por su parte, la ciudad china de Shenzhen prohibió el comercio de carne de perros, gatos y animales salvajes para combatir la pandemia.
China: representantes de la ONU esperan que se cierren los mercados de animales salvajes
La posibilidad de que el coronavirus haya surgido en uno de los mercados de animales salvajes es una opción latente; por eso es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha manifestado su disconformidad con la apertura de estos recintos. Además, de seguir con estas prácticas, en cualquier momento se podría desatar algún virus similar contra la humanidad.
Si bien hay una prohibición transitoria, en la ONU esperan que dicho negocio cierre por completo. Este negocio mueve alrededor de 23 000 millones de dólares al año; sin embargo, la titular de biodiversidad de la Organización de las Naciones Unidas, Elizabeth Maruma Mrema, ha pedido que la prohibición sea definitiva y global para evitar futuras pandemias.