Pensó que eran unos cereales o galletas que estaban ahí. Esto provocó la risa de sus compañeros quienes también pensaron que eran cereales.
Mientras comía lo que se suponía eran cereales puso una cara de asco sorprendente, ya que lo que se estaba comiendo era nada más y nada menos que vómito de gato que estaba en su zapato.