En la fila de carpas que esperan por la compra de entradas para el partido Perú – Uruguay del próximo 6 de setiembre, acampa un hincha involuntario. El es más joven de todos, se llama Bryan y tiene apenas 2 años.
Lo más probable es que, por su tan corta edad, tampoco este enterado que tendrá que pasar los siguientes 9 días en los exteriores del Estadio Nacional, soportando el frio limeño, protegido tan solo por las delgadas paredes de la carpa que ocupa con su madre.
Desde la tarde del martes, Bryan fue traído por sus padres para asegurar la compra de las entradas para el partido de eliminatorias.
Consultada por RPP Noticias, su madre aseguró que solo pasaran las mañanas y las tardes en la carpa hasta que llegue el 30 de agosto fecha en que se abrirán las boleterías. Indicó que durante las madrugadas serán reemplazados por el jefe de la familia, y que junto a su pequeño hijo se irán a dormir a su vivienda.
La familia piensa comprar 6 entras para la tribuna norte, de las cuales solo usaran 3 y el resto las revenderán.
«Vamos a comprar 6 entradas, para mí, para mi esposo y para mi primo. Las que sobren ya las vendemos, para hacer negocio», precisó la madre del pequeño Bryan.