5 cosas absurdas que hacíamos de niñas cuando teníamos miedo

Pero, ¿te has puesto a pensar en que tus reacciones no siempre son las más “inteligentes”?

Dejar la tele y las luces encendidas: Aparte de que tus papás pagaban un cuentón de luz, ¿de verdad pensabas que con tener luces prendidas el “monstruo” en cuestión no iba a atraparte?

Aguantarte las ganas de ir al baño: No hay nada peor que estar muerta de miedo y que te den unas inmensas ganas de ir al baño. No existe poder humano que en ese momento te haga entrar en razón y logre que te levantes para satisfacer esa necesidad fisiológica.

Taparte con la colcha: Entras en pánico cuando ya estás a punto de dormir y lo primero que se te ocurre es cubrirte el rostro con tu colcha o sábana. ¡Ah, claro, el ser paranormal se detendrá al verte cubierta con semejante escudo!

Mirar debajo de la cama: Pues sientes que hay algo que intenta interrumpir tu sagrado sueño, pero y si ves que efectivamente alguien está resguardado al pie de tu cama, ¿qué piensas hacer? ¿lo vas a jalar hacia arriba? ¿crees que se espantará al ver tu cara sobre él y se arrepentirá? Sí claro.

Correr al cuarto. Despiertas en la noche y te mueres de hambre o sed, vas a la cocina sacas algo para comer o tomar y como si te hubieran puesto un cohete en el trasero corres despavorida a tu dormitorio de vuelta para que el “fantasma” no se atrape.

¿Recuerdas alguna de estas cosas? Seguro que sí, en algún momento todas hemos sido presas del medio cuando éramos pequeñas, pero ahora que eres una mujer madura sabes que no existen tales fantasmas o monstruos, ya no tienes por qué temer.