En este caso, el creador del vídeo ha decidido apelar a la emoción que transmite el recuerdo de nuestra infancia mediante los juegos cotidianos de esta etapa vital. Así, la grabación transcurre entre acciones como mantener el equilibrio sobre alguna superficie mientras avanzamos, sortear obstáculos de la calle en zig zag sobre nuestra bicicleta, saltar y tocar algún elemento que está a una altura superior a la nuestra (una rama de un árbol, por ejemplo) o incluso ir contando los cuadraditos de la acera según los vamos pisando.