Disfrutar de todo tipo de aparatos electrónicos ya es posible hacerlo desde un avión, pero efectuar llamadas y navegar por internet todavía no. Desde este viernes ha entrado en vigor la nueva normativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) con la que los pasajeros tienen la posibilidad de utilizar dispositivos durante todas las fases del vuelo (despegue, crucero y aterrizaje), siempre y cuando las aerolíneas así lo permitan. España actualiza así las directrices adoptadasrecientemente por la Unión Europea.
De esta manera, subirse a un avión y no apagar totalmente el teléfono móvil ya no es una utopía. La normativa autoriza el uso de aparatos como tabletas, teléfonos inteligentes, reproductores de mp3 o libros electrónicos, pero para ello deberán estar en «modo avión», ya que según han constatado los organismos «no ponen en riesgo la seguridad».
Pero, ¿qué eso del «modo avión»? Esta opción desactiva las funciones inalámbricas de dispositivos para cumplir con la normativa aérea. En caso tenerlo disponible -no todos los modelos de dispositivos lo tienen-, aparecerá un icono en la pantalla advirtiéndole que se han desactivado los servicios como el plan de datos o la voz (eso sí, no podrá navegar por internet ni hacer llamadas), conexiones inalámbricas (Wi-Fi o Bluetooth), así como la incapacidad de conectar el navegador GPS.
Esta normativa se aplicará en todo tipo de trayectos, vuelen a donde vuelen. Sin embargo, son las compañías las que deben saber en qué países lo pueden usar, ya que se tienen que adaptar a la legislación de los países en donde operan. «Los pasajeros sabrán si pueden usarlo o no porque la compañía aérea con la que vuelan les informará al respecto», subrayan a este diario fuentes de AESA.
Cualquier pasajero podrá, entre otras cosas, escuchar música, jugar con aplicaciones móviles, trabajar desde sus portátiles o leer un libro, pero cabe recordar que no podrá hablar por el teléfono móvil ni navegar a través de internet. Sin embargo, se trata solo de un primer paso hacia la generalización del uso de estos dispositivos durante el vuelo, ya que el siguiente reto es habilitar la conexión a internet dentro del avión mediante un sistema de telefonía móvil o wifi. Hasta ahora, se permitía el uso de estos aparatos a más de 10.000 pies de altitud salvo en lasfases denominadas «críticas» (despegue y aterrizaje).
Aunque se estima que en poco tiempo las compañías puedan implantar la tecnología, actualmente no es posible el uso del móvil para realizar llamadas o conectarse a internet en un vuelo comercial. «Es necesario realizar rigurosos estudios de seguridad que garanticen que no hay ningún riesgo para la navegación. Eso requiere tiempo y mucha investigación, se trabaja en ello, pero a día de hoy no se puede adelantar en qué fecha será posible realizar llamadas y usar internet en vuelos comerciales», aclaran.
Para lograr la autorización de AESA, las compañías aéreas tienen que presentar un estudio de gestión de riesgos y las medidas que van a adoptar. Cada compañía puede presentar su propia gestión y control de riesgos, no depende del regulador, aunque todas ellas tienen que garantizar la seguridad.