Quizás falta ayuda divina para aliviar al alicaído balompié local. Si es así, que estas peticiones sean recibidas.
UN ALTO A SU CONTINUIDAD. Que Manuel Burga recapacite antes de volver a presentarse para presidente de la FPF. Su estadística dice que lleva tres mandatos en once años sin un solo logro importante.
HORA DE LA JUSTICIA. La Policía Nacional o internacional debe traer al expresidente de Alianza Lima, Guillermo Alarcón, que destruyó al club y junto a otros, usó el patrimonio en beneficio propio.
MEJOR ENTRENADOR. Que haya equilibrio, inteligencia y mesura al elegir al sucesor de Sergio Markarián y que con él llegue la bendita disciplina y un compromiso único para evitar más papelones eliminatorios.
UN ALTO A LA VIOLENCIA. Que desaparezcan los irracionales que se escudan en una camiseta para matar, robar, destruir lugares o consumir drogas a vista y paciencia de todos motivando el ausentismo en los estadios.
MADUREZ PARA REIMOND MANCO. Que la próxima vez salga cargado, pero porque ganó algo. La casi desaparición del que pudo ser un buen futbolista se acentúa por la nula preocupación de su familia y su baja autoestima.
TORNEOS INTERNACIONALES DECENTES. Que se acaben las goleadas y los últimos lugares. En 2013, Cristal terminó colero y Vallejo se quedó en la fase previa de la Libertadores. En la Sudamericana, con cuatro equipos, sumamos solo 3 puntos y recibimos 21 goles