El papa Francisco ha confesado que robó la cruz puesta a un amigo muerto

El papa Francisco ha confesado que robó la cruz puesta a un amigo muerto.

El pontífice, que en aquella época era vicario general, visitó el funeral de su amigo, conocido por ser un gran confesor, y tomó la cruz con el deseo de obtener “la mitad de la misericordia” de su amigo. El papa Francisco ha revelado que cuando le “viene un mal pensamiento sobre alguien, me llevo siempre la mano al pecho para tocar esa cruz”.