Selena Gomez fue interceptada por un grupo de paparazzis cuando salía de almorzar y obviamente ellos no se dedicaron solo a grabarla o tomarle fotos. Ya que Justin Bieber y Orlando Bloom protagonizaron una pelea en Ibiza, querían saber a quién apoyaba la actriz.
La ex chica Disney enfureció tanto que soltó una grosería y cerró la puerta de su auto tan fuerte como pudo, envuelta en enojo. Aunque los paparazzis fueron prácticamente groseros, no los culpamos del todo porque a nosotros también nos gustaría saber de qué lado está Selena Gomez.
Sin embargo ahora la pelea de Justin Bieber y Orlando Bloom no es lo que ocupa la mente de la también cantante, ya que se han filtrado fotos íntimas que le pertenecerían. Selena Gomez tendría que aclarar si dichas fotos le pertenecen.